Hace unos días, creo recordar que la semana pasada, el club hacía oficial el regreso de Kenny Dalglish como miembro activo del equipo directivo, aunque con un cargo un tanto extraño, todo sea dicho, tan extraño que no he llegado a quedarme con el título, ni falta que me hace. Para los que no sepáis de la importancia de este personaje, decir que es, probablemente, el jugador más relevante de la historia del Liverpool, además de haber sido nuestro entrenador en diferentes etapas, siendo la última hace dos temporadas, en la 2011/12. Bueno, analizando la decisión de recuperar su presencia, y teniendo en cuenta el puesto que va a ocupar, que para mí alguien se lo ha debido inventar de la noche a la mañana, creo que se trata de una labor de reconocimiento más que de una decisión técnica o fundamentada en cuestiones deportivas, ya que al parecer King Kenny no va a contar con mucho margen de decisión en lo que a los motivos futbolísticos se refiere. Es cierto que en Inglaterra se cuida mucho el aspecto legendario de los clubes, premiando a los jugadores y/o entrenadores que han hecho época en un determinado lugar, pero más allá de ello, mi opinión al respecto es que en el fútbol moderno, da la sensación de que muchos "ex-lo que sea" tienen que vivir de algo, y qué mejor que hacerlo a sueldo del equipo de sus amores, o del lugar donde dejaron huella. No me incomoda en absoluto que Dalglish vuelva al Liverpool, al contrario, pero lo de encumbrar su retorno como si realmente fuese a repercutir en los resultados deportivos me resulta un tanto absurdo.
Suena razonable lo que dices en las últimas frases...
ResponderEliminarLaura