En la NBA se nombra con la expresión back to back a la tesitura en la que un mismo equipo disputa dos partidos en cuestión de horas, casi sin intervalo para el descanso. Considero que la visita de mañana al King Power Stadium es algo así como un back to back, ya que tras el despropósito del martes y a pesar de que haya existido un margen de varios días entre choque y choque, volver a enfrentarnos al Leicester City provoca un efecto, cuando menos, inquietante. Decía Quique Peinado tiempo atrás, durante la campaña 2015/16 -en la que participamos en un interminable número de contiendas-, que le daba la sensación de que el Liverpool jugaba todas las tardes y todas las noches del año. Quizás el mundo sería un lugar mejor si eso fuese cierto, no obstante nos conformaremos con disponer de la oportunidad de lavar una imagen que ha quedado manchada después de los resultados obtenidos recientemente, con la opción de hacerlo en el mismo emplazamiento del esperpento más reciente.
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