Una vez me preguntaron cuál sería mi profesión deseada, esa forma de ganarnos la vida que todos soñamos con tener y que en el 99% de los casos nadie alcanza. Respondí que escritor. Unos quieren ser cantantes, otros quieren ser futbolistas, otros quieren ser pilotos, otros quieren ser actores. Yo dije escritor, convencido de ello. Vivir de la escritura sería un sueño, la verdad, aunque soy consciente de lo difícil que es y más hoy en día, puesto que nos movemos en una época en la que las redes sociales están convirtiendo en autores a decenas de individuos bastante cuestionables pero con una capacidad de obtención de followers altísima, lo que implica para la gente corriente que, si no captas seguidores de antemano, no publicarás nada. Este blog ha sido mi compañero de aventuras desde 2013. Recuerdo que decidí abrirlo con varias intenciones en mente: una de ellas era la de entrenarme en la escritura. Ahora que pienso, de nuevo, en lo maravilloso que sería escribir ficción y fantasía, rememoro aquel año con cierto sentimentalismo. Por eso he tomado la determinación de recuperar viejos cuadernos en blanco que guardaba casi olvidados, con el propósito de apuntar en sus páginas todas las ideas narrativas que me vengan a la cabeza. Quiero volver a disponer de la voluntad de escribir, de contar historias, de abordar la escritura de manera amateur, sí, pero con la misma ilusión con la que en 2013 pensaba en prepararme para dicho cometido en Liverpool FC in Madrid City. Quizás os cuente algunos detalles y progresos en un futuro no demasiado lejano.
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