Seguro que muchos aficionados han olvidado completamente el partido al que voy a hacer referencia en la presente entrada. Algo lógico, por otro lado, puesto que no se trata de un choque especialmente relevante. Pero si en mi mente quedó grabada la tarde del 25 de marzo de 2006 no fue, precisamente, por el hecho de que el Liverpool pasase por encima del Everton en Anfield por tres goles a uno, que también. Recuerdo aquel día porque a mi alrededor se estaba preparando una interpretación casera de Macbeth, la obra de Shakespeare, un acontecimiento sin precedentes que sirvió para que mi hermana, habitual lectora de este blog, aprobase una de sus asignaturas de último curso de carrera. Y es que hay veces que el fútbol, aunque como muchos dicen es lo más importante entre las cosas menos importantes, queda completamente en un segundo plano.
Una tarde que nunca olvidaremos...
ResponderEliminar"If it were done when ’tis done, then ’twere well it were done quickly..."
Tengo grabado en la mente el gol de Luis García de aquella tarde como si hubiese sido ayer...
ResponderEliminarQué lindo ;)... ¡Feliz viaje, muchach@s!
ResponderEliminarLaura