Recuerdo que la primera vez que pude ver jugar al Liverpool en directo, con presencia personal en el estadio pertinente, fue durante el verano de 2002 en el Santiago Bernabéu. Era un partido del trofeo Centenario que organizó el Real Madrid con motivo de sus 100 años como club, en el que nos jugábamos el tercer puesto del mismo frente a un clásico rival europeo, el Milan. Aquel día ganamos la contienda, quedando en mi memoria, más allá del juego desplegado, la cantidad de camisetas rojas que ocupaban el graderío para un simple torneo amistoso en una ciudad lejana a Liverpool. Al cabo de los años, concretamente en febrero de 2009, el azar quiso que nos cruzásemos con el Real Madrid en los octavos de final de la Copa de Europa, en una eliminatoria controvertida puesto que tuve que mantener mi compostura ante los ojos de mis seres cercanos, ya que vivo rodeado de madridistas, tanto en mi familia como en mi grupo de amigos. A lo largo del curso 2008/09, el Liverpool hizo un fútbol increíble, coincidiendo dos de nuestras mejores noches justo en la disputa contra los merengues, a los que pasamos por encima con una autoridad digna de rememorar. El partido de ida, al que hago referencia en las presentes líneas, lo ganamos por 0-1 con gol de Benayoun, marcándose la fecha para la historia del club y para las memorias de todos nosotros, los seguidores. De nuevo, nuestra comunidad de aficionados, el denominado Travelling Kop, pobló el Bernabéu para hacerlo parecer Anfield, dejando claro que, además de vencer en el terreno de juego, derrotamos al Madrid también desde la zona de espectadores. Por si alguien no lo recuerda, unas semanas más tarde barrimos a los blancos por 4-0 en el partido de vuelta en Anfield, con un gol de Torres, dos de Gerrard y otro de Dossena, lo que a la postre significó que multitud de personas de mi entorno reconociesen lo acontecido y me felicitasen de una forma, digamos, merecida.
Para acabar esta entrada, sé que a muchos de mis lectores les hará especial ilusión recuperar, además del resultado, lo que ocurrió en el sector del Bernabéu en el que el mencionado Travelling Kop se situó aquella memorable noche. Adjunto por tanto un vídeo, de los mejores que se pueden encontrar por internet, del suceso en cuestión.
Para acabar esta entrada, sé que a muchos de mis lectores les hará especial ilusión recuperar, además del resultado, lo que ocurrió en el sector del Bernabéu en el que el mencionado Travelling Kop se situó aquella memorable noche. Adjunto por tanto un vídeo, de los mejores que se pueden encontrar por internet, del suceso en cuestión.
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