Si atendéis a mis últimas reflexiones correspondientes a partidos de liga, vais a encontraros con ciertas contradicciones que tienen que ver con la, en ocasiones, inevitable falta de coherencia que sufrimos los aficionados al fútbol. Suelo basar mis ideas referentes a este deporte en lo emocional, pero hay veces que me da por examinar las cosas como si de un tertuliano de pacotilla se tratase, un hecho del que nunca me siento orgulloso. Es evidente que los que apoyamos a un determinado club sufrimos una ceguera que viene dada por los resultados del equipo, pero la verdad es que se hace muy complicado analizar las situaciones y los escenarios obviando el marcador final, especialmente cuando los nuestros pinchan contra todo pronóstico. El día del Stoke City, tras vencer en una locura de partido, estaba contento porque conseguimos los tres puntos, por lo que decidí ignorar el desastroso sistema defensivo o los errores de Mignolet, pensando que no merecía la pena buscar fallos después de anotar cinco goles a domicilio. Sin embargo, esta misma semana me ocurría el fenómeno opuesto, ya que el pobre empate que sacábamos ante el Aston Villa en casa me dejó una sensación de amargura difícil de comprender para aquel que no se considera participe de los resultados del colectivo. Lo cierto es que acusé a dos de nuestros jugadores de falta de actitud, critiqué duramente al técnico por no poner de inicio a Lucas y pedí disculpas a los lectores por haberme puesto el disfraz de seguidor gruñón y despiadado. Son los despropósitos propios de los que vemos al Liverpool con la camiseta roja enfundada y la bufanda atada al cuello. Es algo tan ridículo como descabellado. Me gustaría tener una explicación lógica para un fenómeno de semejante magnitud, pero no va a ser posible. Se trata de un aspecto intrínseco a lo pasional de este peliagudo juego.
El día de Stoke no jugamos nosotros tan mal. Tiraron 3 o 4 veces y marcaron 3 goles. En cambio, el día de Aston Villa la falta de Lucas nos mató, junto con que Gerrard ya no está para ser titular, y eclipsa a Henderson, el cual jugaba mucho mejor sin el capitán al lado.
ResponderEliminarEs cierto que la influencia de Steven es inmensa, pero más importante es conseguir los puntos. Y Gerrard debería darse cuenta que ya no es tan necesario sobre el campo como hace unos años (refiriéndome a juego).
Volviendo a Lucas, es posible que ya tuviera algún problema antes del partido, porque si no no me explico su suplencia. Ésto, unido a su posterior lesión a los 10 min de entrar, me llevan a pensar en lo anterior, y que Rodgers no se atreviera a sacarlo de inicio.
Pero bueno, sin querer desviarme del tema del post, el calentón del momento puede jugarnos mala pasada, por lo que debemos tratar de mantener la mente fría en todo momento. El pinchazo contra Villa fue importante, pero no debemos cargar con tanta fiereza contra los nuestros en esos momentos. No somos el Chelsea.
Eso sí, decir que alguien no está al nivel requerido o que su bajón de forma es enorme lo veo más bien como una opinión más calmada y válida siempre y cuando se cuiden las palabras. Johnson, Gerrard y Coutinho son el más claro ejemplo.
Estando a 8 puntos del líder, faltando prácticamente toda la segunda vuelta de la Premier, sólo debemos apoyar. Sigo confiando en Rodgers.
YNWA
Estoy de acuerdo en todo lo que dices.
ResponderEliminarLa primera parte ante el Aston Villa fue lo peor que hemos hecho en mucho tiempo. Si queremos jugar en Europa, no se puede permitir una mitad de partido de semejante nivel. Cuando falla la calidad, al menos hay que ponerle entusiasmo. Y no hubo nadie a la altura. Hay que mejorar en eso y mucho. Como tampoco está a la altura Anfield. El estadio también juega, y la verdad es que ese silencio absoluto que se vive en la grada es tan responsable del pinchazo como el mal juego del equipo.
Lo de Johnson y Coutinho viene de lejos. Especialmente el momento de forma del primero. Ya desde el curso pasado, cada día va a menos. Es una lástima porque era de los mejores laterales de la liga, y ahora mismo no aporta casi nada. En defensa es débil y en ataque no aparece. En cuanto a Coutinho, empezó bien pero hoy por hoy ha perdido el sitio.
Yo también confío en Rodgers y en el equipo. El problema ahora es la baja de Lucas. Es algo que no esperábamos y que nos complica todos los objetivos.