Lo primero que debo dejar claro al escribir estas líneas es que no me gusta denominar a la Copa de Europa como Champions League. Sin embargo, me veo obligado a ello puesto que el gran colectivo de seguidores del fútbol europeo así lo hace, pero para mí siempre ha sido y siempre será la Copa de Europa -ese torneo que hemos ganado en cinco ocasiones-. El propósito de este texto no es otro que recordar un momento memorable, de esos que no se olvidan, trayendo al presente algo que se ha ido perdiendo con el paso de los años. No es nada místico, ni mucho menos. Se trata de la luz de la Champions, una frase que mi hermana, la misma que en su día interpretó Macbeth en una jornada de Merseyside Derby, comenta cada vez que la máxima competición de clubes alcanza las eliminatorias decisivas. Tiempo atrás, la susodicha era una auténtica entusiasta del fútbol, incluso más que yo, que ya es decir. En la actualidad, sus inquietudes ya no se centran tanto en el deporte rey, aunque de vez en cuando se interese por el devenir de la Copa de Europa, en actitud de simple simpatizante o por mera curiosidad. La luz de la Champions es la luz del día que todavía se mantiene cuando arrancan los partidos de cuartos de final, así como las semifinales y la gran final. El caso es que durante la temporada los choques suelen ser nocturnos, pero a partir del mes de abril, el sol no se pone hasta, aproximadamente, la conclusión de las primeras partes de los encuentros. Esto es algo que debemos tener muy en cuenta.
Más allá de la anécdota, tengo que decir que mi último gran recuerdo de una eliminatoria de Champions data del año 2007, cuando eliminamos al Chelsea en los penaltis y alcanzamos la final de Atenas. Resulta que, aquel día, teníamos que remontar un uno a cero en Anfield, logrando el gol que igualaba la eliminatoria durante los minutos iniciales por medio de Agger, justo cuando la luz de la Champions seguía siendo protagonista en el estadio. El suceso queda ahora bastante lejos, pero cada vez que rememoro el instante en el que el balón tocaba la red, sigo emocionándome como si de la presente temporada se tratase. Ganar desde los once metros fue toda una agonía, aunque para entonces ya se había hecho de noche.
Cuando llega la "La luz de la Champions" sabes que las fuertes emociones están cerca, siempre presente el "aquí va a pasar algo". Son los minutos claves en el devenir del partido, cuando "La Luz de la Champions" se va acabando, ya estás más cerca o más lejos de la victoria.
ResponderEliminarSon los mejores minutos de la competición, si estás en ellos, puedes hacer historia. Grandes momentos he vivido con la famosa Luz.
Aunque como bien apunta el texto, la Luz ya no es lo que era para mi, esa luz siempre será recordada y tenida muy en cuenta cuando llega abril y mayo.
Raquel.